La evolución del hombre a lo que conocemos hoy en día, ha sido un tema muy debatido por distintas comunidades, desde la científica hasta la religiosa, ya que son muchas las teorías que se han planteado sobre esto.
Cuando se escucha hablar de la teoría de la evolución inmediatamente se relaciona con el naturalista británico Charles Darwin, quien publicó una teoría que es la que, según la ciencia, es la correcta.
La teoría que publicó Darwin reúne sus ideas apreciadas durante un viaje que duró cinco años, y las de otros científicos que plantearon hipótesis anterior a las de él, por lo que su obra es una unión de varias teorías.
En la teoría que planteó Darwin, y que hoy en día se mantiene como la explicación objetiva que se tiene de la evolución del hombre, se manifiesta que las especies cambian con el paso del tiempo debido a un método de adaptabilidad.
Sin embargo, la teoría de la evolución de Darwin no es la única que se ha desarrollado en el mundo, ya que anterior al Darwinismo se conocieron cinco teorías evolutivas.
El Creacionismo
Según las bases científicas, la teoría propuesta por Darwin es la más conocida, sin embargo, en la comunidad religiosa, la más conocida a la del Creacionismo, y es una de las teorías que más se ha impartido en el mundo.
Las comunidades altamente religiosas son las partidarias de esta teoría, las cuales tienen base en la divinidad, es decir, con el Creacionismo se cree que todos los seres vivos en la Tierra fueron creados por Dios, u otro ente divino.
En la teoría del Creacionismo que maneja el cristianismo no existe una evolución como tal, ya que todas las especies en la tierra se crearon al mismo tiempo, y con la forma que se conoce hoy en día.
El Creacionismo tiene bases que sustentan esta teoría en un libro denominado Biblia, y en la cual, todos los hechos que han ocurrido a lo largo de la historia se basan en momentos bíblicos.
La gran cadena del ser
En la historia de las teorías de la evolución, una de las que más ha tenido apoyo es la denominada La gran cadena del ser, una teoría que tiene sus bases en la creacionista.
Sin embargo, a pesar de tener sus bases en otra teoría, La gran cadena del ser explica que todas las especies son formadas por una sucesión progresiva que se deriva hasta llegar a la forma que conocemos hoy en día.
Esta teoría tuvo su punto de gloria a mediados del siglo XVIII, y explicaba que la evolución era el producto de una naturaleza compleja que se imponía ante los seres vivos.
Teoría de la Transmutación de especies
Para el siglo XIX, una de las teorías que obtuvo un gran apoyo de parte de la comunidad científica fue la Teoría de la transmutación de especies, la cual fue propuesta por Jean-Baptiste Chevalier de Lamarck, un naturalista francés.
Esta teoría basa sus conceptos en que no existen antepasados biológicos, por lo tanto, las especies aparecerían de manera espontánea y experimentan cambios progresivos para adaptarse al entorno.
Los cambios que van generando las especies, son las que se heredan de generación en generación.
Catastrofismo
La teoría del Catastrofismo fue propuesta por George Cuvier, un científico contemporáneo con Lamarck y que tenía estudios similares con el naturalista.
El Catastrofismo se basa en desastres naturales sucesivos que dieron forma a la Tierra, y todos los seres vivos que la habitaban tendían a morir.
Luego de estos desastres, las criaturas que sobrevivían se movían hacia otras zonas.
Es una teoría un poco incompleta, ya que no desarrolla más bases además de las descritas anteriormente, pero es una de las teorías que sirvió como base para la de Selección natural.
Uniformismo
Otra de las teorías que se desarrollaron antes de la de Charles Darwin fue la del Uniformismo, propuesta por Charles Lyell, un geólogo británico quien afirmaba que el Catastrofismo tenía algunos errores.
Es por eso que, para la tercera década del siglo XIX, Lyell planteó su teoría a la que llamó Uniformismo, en esta explica que los cambios que ocurrieron en la Tierra no fueron tan bruscos como se describen en el Catastrofismo.
Los cambios que ocurrieron fueron de forma gradual, y estos habían ocurrido una y otra vez desde el origen del planeta, el cual afirmaba que era muy antiguo.